Cuántas veces nos vemos dando vueltas y vueltas a un tema, que si esto entonces lo otro, que a lo mejor pasaría aquello, pero quizás no…a lo mejor, tal vez…que si me da miedo, que si no sé  que hacer…Y así de nuevo. Notas como la cosa va cogiendo fuerza, el bucle va apoderándose de ti como si cogiese vida propia y cuando te das cuenta la intensidad del malestar te desborda. ¿Te suena?  ¿ Te gustaría dejar de sobrepensar?

Pensar es una cualidad y herramienta humana poderosa para nuestra supervivencia, de hecho, la mayoría de las veces, cuando damos vueltas a un tema estamos tratando de encontrar una solución y, en la mayoría de los casos nos resulta útil, funciona, principalmente cuando se trata de algo sobre lo que podemos tener cierto control.

Sin embargo, sabemos que se vuelve contraproducente cuando pasamos de pensar a sobrepensar. Darle vueltas y vueltas a un tema, deja de ser algo que funciona cuando se trata de situaciones sobre las que no podemos hacer nada directamente.  Tratar de resolver algo que está fuera de nuestro control pensando de más, sólo nos conducirá a un camino de miedos, dudas, incertidumbres, anticipaciones terribles, malos pronósticos, bloqueos y emociones dolorosas.

¿ Cómo dejar de sobrepensar ?

  • Frenar lo contraproducente

Sabemos a ciencia cierta que los pensamientos no se pueden evitar, si bien, también está demostrado que podemos hacer cosas para manejarlos y ganar sensación de control y así, aliviar malestar. La clave del asunto parece estar en identificar cuando empieza este bucle de pensamientos. Cuanto antes lo puedas identificar, más ágil te vas a volver a la hora de pillarlos para ponerlos » a raya».

Tomar conciencia de cuando me sucede es el primer paso.

  • Focalizar la atención en otros estímulos, actuar. 

El paso siguiente es tratar de hacer algo que requiera toda nuestra atención.

Y aquí es bienvenida la imaginación y creatividad. Hay personas que les funciona concentrarse en contar de de tres en tres ( 3,6,9,12…), a otras les ayuda decir el abecedario al revés, también caminar prestando atención a las matriculas de los coches y buscar qué números se repiten, buscar en su entorno cinco cosas de color verde, por ejemplo, o cantar mentalmente su canción preferida, concentrarse en terminar las frases de lo que están pensando en «a» o en «s», escribir todo lo que se les está pasando por la cabeza, o repetirse un mantra entre otras.

El truco del asunto está en hacer algo que cortocircuite esa secuencia para dejar de sobrepensar. Esto es una muy buena noticia porque significa que se puede entrenar, podemos volvernos más ágiles y eficaces cuanto más lo ejercitemos.

  • Potenciar las áreas de bienestar

Además de frenar lo contraproducente es clave cultivar y dar más espacio en nuestra vida a lo que nos oxigena y nos da bienestar, a las áreas de salud. Con esto me refiero a esas situaciones y escenarios donde no sobrepensamos, a esos ratos donde mientras estoy con una amiga, o haciendo mi deporte preferido, o concentrada en mi hobbie logramos estar en el momento sin sobrepensar.

 

Te sugiero que actives tu propio radar para que trates de pillar cuando aparecen con menos frecuencia estos bucles de pensamiento, en qué situaciones, por si te dan pistas de lo que te puede funcionar y ser más útil para dejar de sobrepensar.

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