La riqueza de transitar nuevos caminos, de conectar con otras personas, aprender de lo vivido y de los errores.

Uno de los motivos de consulta más frecuente por los que las personas acuden a terapia son los cambios. En nuestra sociedad, vivimos con cierta ilusión de estabilidad y control para ganar seguridad en la vida cotidiana, y así tratar de funcionar de una manera más eficaz. Sin embargo, todas las personas sabemos que cada día supone una incertidumbre en diferentes ámbitos, nos sobrevienen retos y dificultades que afrontar y se nos presentan cambios, previsibles o inesperados, que necesitamos gestionar y afrontar.


«Obra siempre de modo que aumentes el número de posibilidades de elección.»

Von Foerster


Cuando algo nuevo nos sucede, hay un proceso de transición, un lugar desconocido donde se mezcla lo dejado atrás y a la vez lo nuevo. Ahí, en esos espacios de incertidumbre donde todavía necesitas volver la mirada de vez en cuando y echar un vistazo a aquello de lo que te estás despidiendo y, a la vez te sorprende todo lo que está llegando, es donde la mayoría de las veces aparece una gran intensidad emocional que con frecuencia nos desborda y necesitamos ver cómo gestionar.

A la vez, vemos lo nuevo que nos espera, y nos vamos acercando poco a poco a ello. Y digo poco a poco, porque todo cambio implica un proceso de adaptación para alcanzar un lugar más sólido. Vamos dando pasos hacia delante, nos movemos, atentas, fijándonos para ir conociendo aquello nuevo con lo estamos en contacto, lo importante de darnos tiempo para respetarnos, para parar y sentir y así, ir hacia sitios más elegidos. 

Durante estas etapas es muy habitual un fuerte movimiento interno de emociones porque todavía no hemos llegado a ese lugar nuevo y seguro. Se mezclan emociones de alegría y euforia, la excitación con la tristeza, nostalgia y melancolía, enfados e incertidumbres, miedos… También suele venir el cansancio y la necesidad de reposo. 

»»Transitar nuestros cambios y vidas nos brinda una oportunidad de crecimiento personal, de avanzar, de elegir con quién comparto qué, cómo y también poder ver quién tienes delante. »»

Psicología Isabel Cano